23.11.09

Volvía a sentir el suelo

Más adoquines, asfalto, metro, baldosas ajenas y mucha gente. Corre, corre que no llegas. Me estás decepcionando y esto no era lo pactado. ¿Y ahora qué? Pues ahora todo lo que se suponía que ibas a hacer, a ver si hay suerte.

Los ojos se cierran y de nuevo pantalla de ordenador. No puede y recuerda, recuerda que se lo habían avisado. Viva el país de las maravillas. Qué asco da que cada vez sea más corto. Y últimamente escribe raro, y sueña peor. Pero piensa, sigue pensando y lo transmite, porque sino qué hacemos aquí.

Qué hacemos aquí tanto rato si lo nuestro no era lo largo sino lo intenso. Porqué últimamente tomas tantas tilas y te hacen tan poco efecto. ¿Un cigarro? Se acepta la moción. Disfrútalo porque se acaba el dinero hasta para eso.


Pero de repente ha llegado ella y te ha dicho que te invita a una caña. Y te contagia la risa y grita locuras y palabrotas. También ella habla de sus labios rojos y escucha porque sabe que necesitas que te escuche. Te ofrece hombro, mordiscos y música para bailar, sentir y lo que haga falta. Tiene un gato al que odias pero siempre que te molesta ella le relaja. Es la chica de las fiestas, los conciertos, los apuntes a pachas y las noches en vela porque a veces a ella, también le apetece hablar.

7.11.09

Me quité la ropa antes de encender el grifo.

Al entrar en la ducha, frío. Mantenía el agua alejada de mis pies mientras la acariciaba con los dedos cada cuatro segundos. Nada. Apagué el grifo de nuevo y me quedé de pie, congelada pero sin tiritar, esperando a no sé muy bien qué. Volví a encenderlo. Frío. De nuevo caricias acuáticas y comenzó a estar templada. Me mojé el pelo, el cuerpo y cuando me disponía a alcanzar el gel…QUEMA. Más frío, y aléjate de mis pies. Pero entonces es sólo frío. Vale, lo apago todo de nuevo. Quieta, mirando al techo. Llevaba casi diez minutos de no-ducha, y sólo tenía dieciséis para dedicarle. Volví a encenderlo y…vaya, templado. Ahora sí, se rápida. Gel express. Agua. Champú ya. Agua. Acondicionador, corre. Agua. Mierda, está helada. Aguanta, aguanta, aguanta… doloroso frío recorriendo mi espalda. Estoy empapada, ahora sí tirito y me duelen los oídos.

Pero ya está, y me encantan las toallas grandes. Llego a mi habitación aún mojada, y bah, olvídate del tiempo. Edredón, edredón que me llama y me meto en toalla en la cama. Y de repente pienso que llevo todo el día sin pensar en ti. Y en ese momento llega del recuerdo lo que nunca pasó, pero siempre quise que fuera así. Así que decido que como no puedes hacer nada, esta noche te regalo hueco ficticio en mi cama.








Suena http://www.sokomusic.com/ill-kill-her/

4.11.09

Las llamadas de madrugada suelen ser una mala señal.

Escuchar los primeros temas de Shakira, sola en casa, tras horas frente al ordenador y sin saber porqué la capucha puesta...es casi peor.

Debe ser que el cielo se ha cansado ya de ver, la lluvia caer.

Ayer estuve en una capilla ardiente preciosa. Nunca había respirado tanta paz con un cuerpo presente, tan presente. Agradecí que el féretro estuviera cerrado porque así me quedo con su imagen como la tenía. Y encima del escenario. Yo lo quiero así también ¿vale?, y luego os vais de cañas (prohibido cruzcampo). Y os echais unas risas recordando el día ese que me caí en medio de todo el mundo. Pero ni videos con fotitos de toda mi vida, ni curas vomitando estupideces.

Y antes de estar allí, había tenido ensayo. Y antes, una despedida que hoy hemos repetido.

¿Es curioso, eh? Lo de leer un blog de un amigo, digo. Porque inconscientemente empiezas a pensar qué de lo que escribe es él. Está contando cosas. ¿Eso le ha pasado? ¿Y el tío va y no me lo cuenta? ¿Y esta tía ya no revisa los textos antes de publicarlos?

No, ya no lo hago.
Por eso publico tanto.