23.11.09

Volvía a sentir el suelo

Más adoquines, asfalto, metro, baldosas ajenas y mucha gente. Corre, corre que no llegas. Me estás decepcionando y esto no era lo pactado. ¿Y ahora qué? Pues ahora todo lo que se suponía que ibas a hacer, a ver si hay suerte.

Los ojos se cierran y de nuevo pantalla de ordenador. No puede y recuerda, recuerda que se lo habían avisado. Viva el país de las maravillas. Qué asco da que cada vez sea más corto. Y últimamente escribe raro, y sueña peor. Pero piensa, sigue pensando y lo transmite, porque sino qué hacemos aquí.

Qué hacemos aquí tanto rato si lo nuestro no era lo largo sino lo intenso. Porqué últimamente tomas tantas tilas y te hacen tan poco efecto. ¿Un cigarro? Se acepta la moción. Disfrútalo porque se acaba el dinero hasta para eso.


Pero de repente ha llegado ella y te ha dicho que te invita a una caña. Y te contagia la risa y grita locuras y palabrotas. También ella habla de sus labios rojos y escucha porque sabe que necesitas que te escuche. Te ofrece hombro, mordiscos y música para bailar, sentir y lo que haga falta. Tiene un gato al que odias pero siempre que te molesta ella le relaja. Es la chica de las fiestas, los conciertos, los apuntes a pachas y las noches en vela porque a veces a ella, también le apetece hablar.

7.11.09

Me quité la ropa antes de encender el grifo.

Al entrar en la ducha, frío. Mantenía el agua alejada de mis pies mientras la acariciaba con los dedos cada cuatro segundos. Nada. Apagué el grifo de nuevo y me quedé de pie, congelada pero sin tiritar, esperando a no sé muy bien qué. Volví a encenderlo. Frío. De nuevo caricias acuáticas y comenzó a estar templada. Me mojé el pelo, el cuerpo y cuando me disponía a alcanzar el gel…QUEMA. Más frío, y aléjate de mis pies. Pero entonces es sólo frío. Vale, lo apago todo de nuevo. Quieta, mirando al techo. Llevaba casi diez minutos de no-ducha, y sólo tenía dieciséis para dedicarle. Volví a encenderlo y…vaya, templado. Ahora sí, se rápida. Gel express. Agua. Champú ya. Agua. Acondicionador, corre. Agua. Mierda, está helada. Aguanta, aguanta, aguanta… doloroso frío recorriendo mi espalda. Estoy empapada, ahora sí tirito y me duelen los oídos.

Pero ya está, y me encantan las toallas grandes. Llego a mi habitación aún mojada, y bah, olvídate del tiempo. Edredón, edredón que me llama y me meto en toalla en la cama. Y de repente pienso que llevo todo el día sin pensar en ti. Y en ese momento llega del recuerdo lo que nunca pasó, pero siempre quise que fuera así. Así que decido que como no puedes hacer nada, esta noche te regalo hueco ficticio en mi cama.








Suena http://www.sokomusic.com/ill-kill-her/

4.11.09

Las llamadas de madrugada suelen ser una mala señal.

Escuchar los primeros temas de Shakira, sola en casa, tras horas frente al ordenador y sin saber porqué la capucha puesta...es casi peor.

Debe ser que el cielo se ha cansado ya de ver, la lluvia caer.

Ayer estuve en una capilla ardiente preciosa. Nunca había respirado tanta paz con un cuerpo presente, tan presente. Agradecí que el féretro estuviera cerrado porque así me quedo con su imagen como la tenía. Y encima del escenario. Yo lo quiero así también ¿vale?, y luego os vais de cañas (prohibido cruzcampo). Y os echais unas risas recordando el día ese que me caí en medio de todo el mundo. Pero ni videos con fotitos de toda mi vida, ni curas vomitando estupideces.

Y antes de estar allí, había tenido ensayo. Y antes, una despedida que hoy hemos repetido.

¿Es curioso, eh? Lo de leer un blog de un amigo, digo. Porque inconscientemente empiezas a pensar qué de lo que escribe es él. Está contando cosas. ¿Eso le ha pasado? ¿Y el tío va y no me lo cuenta? ¿Y esta tía ya no revisa los textos antes de publicarlos?

No, ya no lo hago.
Por eso publico tanto.

31.10.09

Y tenía los ojos de color miel.

Miel de esa que viene empaquetada con su telita de cuadros y una goma por encima de la tapa. Soñaba despierto con olvidar el momento de hacía sólo un momento. Las palabras retumbaban en su cabeza y sentía como se le estremecía el pecho, y el estómago. Hasta se le durmió el pene. Y de repente se empezó a reír y dijo que tenía razón. Que tenía razón en todo lo que había hecho y que no había más que hacer. Que suerte con lo que viniera y que felices las perdices, pero que les enculen a las perdices.

Y tú quita la radio de una puta vez, que te estoy hablando. No quiero escuchar a Fito, joder, que me importa una mierda aunque me lo pasara bien en su concierto. Mírame a los ojos y dime que no me estás viendo. ¡Si nunca he sido más yo que hoy! Y aunque ahora lo sienta sé que no estoy vacía. Qué va, que voy a estar vacía. Estoy repletita de cosas para dar y tomar. Unas por dentro y otras por fuera. Y acaríciame otra vez y deja de repetirme que mañana bla bla bla.

27.10.09

All you need is...

MUSIC.

Sabes a vainilla con canela.

Sabes, que todo es mucho más dulce desde que llegas(té).
An(té)s llovía constan(té)men(té) y dolía cada puto paso adelan(té)
pero ahora… basta mirar(té).

Hay poco que decir(té), tampoco quiero aburrir(té) así que…
déjame besar(té), tocar(té), sentir(té), oler(té), abrazar(té), despertar(té), hablar(té), empapar(té), beber(té)...

Quiero tener(té).

Quiero beber té,
de vainilla...con canela.

22.10.09

Llevaba una bufanda de un gris azulado, y estaba sentado en el tercer asiento más cercano a la puerta de la derecha. Pelo castaño oscuro y cuidadosamente desaliñado, intento de barba de un par de días y carpeta azul en la mano izquierda, apoyada sobre las rodillas de su pantalón vaquero. Con la mano derecha, movía los dedos sobre el reposa brazos, al ritmo, supongo, de la música que sonaba desde sus desproporcionadamente grandes cascos. Supuse también por sus marcadas y sensuales facciones, que debían salirle hoyuelos al reír.

Nos levantamos a la vez cuando la señorita de la megafonía nos avisó de que tuviéramos cuidado para no introducir el pie entre coche y andén y esperamos, pacientes, cada uno a un lado de la puerta de la derecha. Ninguno de los dos miró sus pies al bajar del vagón, y los dos nos dirigimos hacia las escaleras mecánicas. Yo un par de escalones por delante de él, y muy consciente de que llevaba minifalda.

Las siguientes escaleras llevaban al andén de mi transbordo, y allí le perdí de vista. El próximo tren llegará en 6 minutos. Me senté en un banco y le vi en la vía contraria. Clavé la vista en el suelo y cuando quedaban 4 minutos para mi tren, alguien se sentó a mi lado.

- ¿Me estás siguiendo?
- Creo que sí

Tenía hoyuelos.

17.10.09

Duelo.

La primera vez que, por aquellos tiempos, se puso un fular de colores fue el día que empezó la guerra. Su ejército lo formaban ella, y los cuatro miembros de su banda favorita, que se limitaban al apoyo moral vía cascos, vía mp3, a cada parada de metro en la que entre bombardeos internos, se impulsaban las masas somnolientas a primera hora de la mañana. Y de la tarde. Y por la noche, menos dormidos.

Antes de que empezara la guerra, le gustaba observar a la masa. Detenerse en la belleza de cada arruga que adornaba la cara de la viejecita a la que había cedido el asiento; y reírse, no siempre en silencio, de las conversaciones de las colegialas que muy poco tiempo antes, eran ella.

Pero cuando empezó la guerra se sintió tan segura de sí misma por fuera y tan frágil por dentro, que decidió aferrarse a su ejército para no causar más bajas.

Unas semanas después, con los labios cortados de no besar, decidió firmar un Tratado de Paz en el que juró solemnemente que nunca permitiría que nadie tratara a su cuerpo con menos cariño, del que ella le tenía.

1.10.09

Quería comprarme un cuaderno en Roma.

Un cuaderno en blanco. Lo que es mi vida a partir de ahora (y lo que siempre ha sido, supongo). Y sin embargo, me miro en el espejo y soy mucho más yo que nunca. Yo modo energía, yo modo resaca. Pero yo y mi no siempre realista sonrisa. Ya no es mi pelo. Casa ha dejado de ser casa incluso antes de hacer la maleta. Todo gira y se desmorona y aunque no lo entiendas...estoy jugano al Tetris. Y me divierte, y me hace falta.

Pista5.

No le gustaba sonreír porque fuera lo que esperaban. No aguantaba que le dijeran que pisara el suelo quienes no entendían que el suelo era su cielo. Y un día se levantó -mentira, fueron noches y noches de reflexión-, y gritógirógimióviajóyvoló. Y así empezó su vida número cinco -o seis, no lo tiene claro-, que conserva mucho de su vida cuatro pero presentará un notable cambio con clareos por el sur. Ha decidido tener la fuerza para asumir lo que venga, y aceptar la realidad aunque a veces sea fea. Y sobre todo, sobre todo la cabeza bien alta...y algo enferma.

25.9.09

Lo de dentro (Tercer Movimiento)

Sin patria ni bandera,
ahora vivo a mi manera;
Y es que me siento extranjero,
fuera de tus agujeros.

Miente el carné de identidad:
tu culo es mi localidad.
Miente el destino para hacer
que no te vuelva a ver.

Miente. Si dice no, me miente,
si dice sí, me miente;
y si calla, también miente.
Dice que yo ya no te espero.
Un cabrón embustero,
es, mi corazón, que miente.

No se atreve la luz si no estás tú,
al pasar por aquí si oye mi voz.
Desde que no estás tú en este rincón,
no se atreve a pasar la luz del Sol.
Si oye mi voz, se queda fuera.

Luz, maldita sea la luz
que me desvela.
No, aquí no ve y la luz
se desespera.

Me arroja a ver el mundo,
y me lo encuentro furibundo.
Si quiero ir a la moda,
necesito una pistola.

Dijo Amor antes de marchar:
ya no me gusta este lugar.
Oigo que vuelve y vuelvo a ver,
vuelvo a mover los pies.

Viento, me pongo en movimiento
y hago crecer las olas
del mar que tienes dentro.

Tiempo, devuélveme el momento.
Quiero pasar las horas
nadando mar adentro,
y revolcarme por el suelo para empezar todo de cero.

Luz, si fuera el cielo azul,si enloqueciera...
Mira, ha venido una luz,
como de fuera.

Ya vuelvo a caer, voy derechito de cabeza.
Sí.
Vuelven a salir chorros de la naturaleza.
Caigo derechito, derechito de cabeza.
Sí.
Vivo derribando, derribando las barreras.

Y dicen que mi vida es un exceso,
y yo me vendo solo por un beso.
¿Qué voy a hacer, si vivo a cada hora esclavo de la intensidad?
Vivo de la necesidad.

Estaba el cielo lleno de estrellas,
y he pasado la noche con ellas.
¿Qué voy a hacer, si vivo a cada hora esclavo de la intensidad?
Vivo de la necesidad.

Y me revuelco por el suelo,
para empezar todo de cero.
Luz, si fuera el cielo azul,si enloqueciera...
Mira, que ha venido una luz,
como de fuera.
Luz, maldita sea la luzque me desvela.
No, aquí no ve y la luz,
se desespera.

No se ve;
la vida se me queda a oscuras.
Venme a ver
caminito de la locura.

Me mira, me droga,
las fuerzas me abandonan.
Me droga, me mira.
Me dice, guasona,
métete en mi persona.
Me droga, me mira.

Se volvió a gusano, mariposa,
cansada de volar y no poder
arrastrarse al fondo de las cosas,
a ver si dentro puede comprender.



Cortesia de Extremoduro.
(y en este teclado italiano, no se puede poner tilde a la i).

4.8.09

"Yo voy a hacer CINE" (sobre mi paso por Pendiente de Título)




Una mañana de verano mi gran amigo Ezequiel Romero me llamó por teléfono. Yo sinceramente esperaba una llamada más, de estas de somos colegas y ya está. Quizás un “¿cómo va todo rubita? A ver si nos tomamos un café algún día de estos…”. Pero no.

Ezequiel me llamaba para recordarme que toda esa paranoia que me contó de que estaba pensando si hacer una serie con algunos amigos y compañeros de la facultad iba viento en popa, y que después de un video corporativo en el que participé con ellos (y que recuerdo como sublime) había pensado que tal vez me interesara mojarme.

Yo tenía 18 años. Ocho años antes le había dicho a mis padres, muy sonriente: “Papá, Mamá: ya sé lo que quiero ser de mayor. Voy a hacer CINE”. Y dije “voy a hacer” y no “quiero hacer” porque lo tenía tan claro que sabía que tarde o temprano se acabaría cumpliendo.

A Ezequiel le conocí a los 16, en una fiesta de cumpleaños un tanto peculiar. Hicimos un juego de rol en vivo en el que nuestros personajes eran “amantes” y por ello acabamos sentados en unos cojines hablando de nada en particular hasta que el qué estudias salió sin más; y las palabras Comunicación Audiovisual, en la Complutense, atravesaron mis tímpanos. Tres horas después supe que esa no sería la típica conversación que se tiene en una fiesta cualquiera, con alguien cualquiera y que se acaba olvidando.

Por eso, la mañana en la que Ezequiel me llamó y me dijo que le gustaría contar conmigo para algo que aún estaba pendiente de título, y que no le valían excusas baratas del tipo “no tengo tiempo”…
No pude evitar decir que si, un si rotundo y probablemente de los más acertados que he dicho nunca.

Después vinieron los millones de correos electrónicos, guión para aquí, guión para allá. Me explicó que en principio sería “coordinadora de figuración” o algo así, y yo me lo tomé al pie de la letra.

Durante los primeros rodajes recuerdo ese cosquilleo en el estómago al ver sacar la cámara de su cajita (que al principio era una mochila medio roída). Recuerdo mis nervios de si sería capaz de dar lo que esperaban de mi, el no saber exactamente cómo debía dirigirme a los actores, si en plan colega o con más formalidades.

Y lo mejor es que todo surgió solo. A Alex Rodrigo, Abel Reverter (del que luego noté la ausencia cuando se encerró en su estudio para dedicarse plenamente a la web y el foro), y a Pablo López, les conocía ya del vídeo corporativo que he mencionado antes.

Alex era el director de la serie. Un tipo con rastas, ecologista y amante de la montaña y sus riesgos. Siempre llevaba ropa de escalada, camisetas cortadas por el cuello para que no le agobiaran, un macuto morado y una sonrisa de oreja a oreja. Y siempre la contagiaba. Alex tenía el tono de voz más amable del mundo, tanto para decirte que la estabas cagando como para alabar tu esfuerzo. Y creo que nunca le he agradecido lo cómoda que me ha hecho sentir siempre.

Un día de rodaje en la facultad, me dieron unos librotes tremendos y me dijeron los nombres de sólo parte del equipo para que los escribiera en etiquetitas y se los repartiera. Sobraba uno, que era para mí.

A los pocos días, Alex y Ezequiel me dijeron que la historia empezaba a desbordarles y que necesitaban más manos por todas partes. Así, me convertí “ayudante de dirección” y empecé a pasarme alguna que otra hora delante del ordenador cuadrando horarios con más intuición que conocimiento. Después, los enviaba y llamaba a Alex para comentarlos. Una tarde que estuvimos haciendo todos los planes en su casa, Alex sacó un papel y se puso a hacerme dibujitos de los tipos de planos.

Y luego la premiere en “La boca del lobo”. Y “Pendiente de Título” proyectado en una pantalla que ocupaba una pared. Y yo delante de un photocall con dos tipos de La Sexta grabándonos; viviendo un sueño compartido.

Después vino el viaje a Londres, a una habitación con lo que dedujimos eran “norcoreanos poco higiénicos”. Y risas, risas y más risas al tiempo que yo aprendía mucho más de lo que creo que me aportará la carrera.

Y los horarios que no paraban de cambiar porque todo se hacía por amor al arte y es difícil coordinar a tanta gente. Empezaron también los roces, y los piques de “joder esto tenía que ser genial y me está absorbiendo la vida porque yo soy el único que se lo curra” (nunca fueron palabras mías). Y cada uno con su curro, con sus estudios y sus temas y cada vez era todo más difícil. Tras varias reuniones acabamos aclarando los niveles de exigencia que tenía la serie. Hubo quien se echó atrás, y hubo quien decidió comérselo todo.

En ese momento yo repetí lo que había dicho al comienzo. Me encantaba el proyecto, creía en él y sobretodo, en mis compañeros. Pero para mí, los estudios eran la prioridad. Fallo mío, lo sé. Vinieron los exámenes, empecé a faltar a los rodajes…y cuando iba estaba cansada, ausente. Y menos mal que estuvieron ahí los genios de Riot Cinema Collective.

Ezequiel me lo echó en cara. Varias veces. Y cuando fui consciente de que tal vez había amasado con las manos una de las mejores oportunidades de mi vida y la estaba dejando escapar, quise parar el tiempo o incluso regresar para gritarle al mundo que no quería ver mi vida sin todo aquello.

Así que volví paulatinamente a la carga. A los rodajes y al curro diario. Quizás un poco tarde, pero lo hice.

El rodaje del último capítulo fue genial. La verdad es que estábamos todos un poco tristones, al ver que a lo que habíamos dedicado un año de nuestra vida se acababa. Y se acaba por lo de siempre, porque no hay dinero para más. Aún así, nos encerramos en un bar de chueca que recomiendo a todo el mundo (Outlet), y estuvimos rodando asfixiados por los focos durante doce horas seguidas, con un pequeño paréntesis para degustar los ya tradicionales macarrones de la gran Carola.







Pendiente de Titulo es una serie online que parodia la vida universitaria, al más puro estilo de humor surrealista de las de animación norteamericanas. Y además, es de lo mejor que me ha pasado en la vida. En un año al lado de todo ese equipazo he aprendido más de lo que nunca había imaginado. He sentido como se abrían de par en par las puertas de ese algo que siempre he soñado. Y se acaba aquí. Se acaba con un pedazo de episodio tremendo de principio a fin. Con un orgasmo de ilusiones que sin duda, me marcarán para siempre. Y sobre todo, se acaba sabiendo que estáis ahí. Y que no podría estar más agradecida.

Podeis ver la serie completa en http://www.pendientedetitulo.com/

Pendiente de Título lo hemos hecho:

Equipo técnico:
Alex Rodrigo: Dirección, guión y banda sonora
Ezequiel Romero: Guión y postproducción
Carola Rodríguez: Producción
Eva Ferradas: Ayudante de dirección
Irene Montero: Atrezzo.
Bruno Teixidor: Promoción

Colaboraciones técnicas:
Pablo Crespo: Sonido
Jordi Roca y Lucas Fernández: Chico para todo

Equipo artístico:
Julia Sánchez-Escobero: Laura
Jerónimo Salas: Nacho
Ezequiel Romero: Víctor
Pablo López Castilla: El Huraño
José Carlos Martín: Luigi
Lucía González: Jessi
Mireia Clavero: Diana
Juan Luppi: Lagartija
Manuel Álvarez: Director de radio
Jordi Roca: Becario y extra de una sola frase
Lea Ziro: Clara
Nicolás Santavicca: Policía/ militar

Agradecimientos también a todas las colaboraciones puntuales y apariciones esporádicas.

¡¡GRACIAS POR TODO CHICOS!!

http://www.pendientedetitulo.com/

18.7.09

I don't know how to write

So I think I just won't do it again.
Maybe I'm losing myself,
Maybe I don't EVEn know who I am.

But I forgot how to write
And I have already notice
I don't EVEn speak the languages I did anymore.

And I won't write...at least for a looong looong time.

Anyway, If you miss me just came for a ride
or a beer, or a whatever.
Coz u know what? What I feel is like...I'm ALIVE.

1.7.09


Ojo pigmentado...
de matices que acarician y a veces,
también desgarran.


Rojo fuego del que abrasa,
quemando las pupilas de la más tierna de las miradas.

Iris de montañas,
desprendimiento de retina en ese ojo que no ve
pero refleja sonrisas.


Y se cuela una pestaña,
para incomodar a esos matices
de rayos de luz y color,
que van a dejar de parecer tristes.



Imagen de la serie ojo pigmentado, digitografía de Sandra Sue
Su obra está expuesta en la Galería De-Autor (C/ Floridablanca, 32 - San Lorenzo de El Escorial - Madrid) desde el 24 de junio y hasta el 2 de agosto. Horario: de 11 a 14h y de 18 a 20h

12.6.09

Buzón de voz: Mensajes nuevos


Hola,
¿Sabes? Mientras te debates entre el deber y el estrés,
Apurando 257 folios en un par de horas o tres…

Yo me rio sola contemplando desde la ventana de un autobús Herranz,
la sombra de una nube,
Que se dibuja todo ella en lo alto de aquella colina.
Me rio sola cada vez más alto a cada pista de mp3,
Y no me rio pero sonrío
Al recordar aquello que dijiste sobre Green Day.


Y entonces te llamo,
Para decirte en que en cualquier momento que decidas que basta,
Que basta y que café, y que algún que otro beso
Y si me apuras un polvo…avísame.



Yo pienso estar pegadita al móvil con cada pista de mp3,
Y apagar la música,
Dios estoy deseando apagar la música,
Cuando la sustituya mi poli tono de ACDC.
En fin, cuídate.

12.5.09

Llueve.
Efímero suena ahora lo que un día llamaste viento.

Viento que me enreda
entre todos mis recovecos.

Sueño
que me empapa cuando no quiero y te tengo.

Que empapa.


De la angustia de creer que aun te quiero
sin querer saber hacerlo.

Efímero suena ahora lo que un día llamaste viento.

17.4.09


La primera vez que estuve en el Bukowski,
alguien dijo que odiaba follar con calcetines.
A mi me encanta no tener que recordarte que te los quites,
y no tener ni que mirarte para saber que sonríes.
Porque sé que después de que te quites los calcetines,
existo porque tú existes.

15.3.09

Con Vivencias


Podría pasarme el día entero llorando por cómo me siento,
Pero lo peor es que no puedo… por más que lo intento.

Y eso que siempre era yo la de aquel “yo puedo”.
Pero hoy la vida me sobrepasa, me sobrepasa hasta el “yo quiero”.
Veo como mi mundo se desvanece desde dentro…
El mundo sigue girando, aunque yo hoy no lo siento.

Debería haberme dado cuenta antes de cuánto daño te he hecho.
Debería haber actuado en lugar de decir “lo siento”.
Y debería comerme mi mierda, y vomitarla hacia dentro
Para no ensuciar este espacio, que ha dejado de ser “nuestro”.

Te diría que las cosas cambian, el mundo gira y yo crezco,
Pero no me sale ni un “te quiero”, yo tampoco lo merezco.

Sé que soy una buena persona y aún así,
no me sale, no te pienso.
¿Por qué no me he dado cuenta antes de este egoísmo que me invade?
¿Por qué por más he ella me lo repitiera, no he hecho caso hasta ver la sangre?

¿Por qué esperar fingiendo hasta que algo cambie?
Porque no quiero salir huyendo,
Pero me duele respirar tu aire.

Bajo la luz de un flexo


No me mires con los ojos cerrados. Deja de hablarme en silencio, de intentar averiguar que hay aquí dentro porque te digo que a veces ni yo sé lo que siento. Alguien me dijo alguna vez que “si quiero puedo”. Y yo puedo porque sé lo que quiero, porque no me valen los suficientes, ni que te rías entre dientes. Yo prefiero ir a por ello, saber con lo que cuento y si no sale, me lo invento. A ti también te saldrá algún encuadre desenfocado, te quedarás parado cuando oigas “¡mierda, la cámara se ha mojado!” ¡¿Y qué?!, si te caes, levántate. Sonríe, se fuerte, y si quieres, vente.


Vente que nos vamos a tomar algo, hoy nos comeremos la noche como ella, a bocados. ¿Y lo mejor? Que no nos hace falta el alcohol. Si soy sincera no me gusta el objetivo del botellón, ¿porqué emborracharse para hacer lo que sientes?, ¡yo voy a gritarlo delante de toda esta gente! Que no me importa lo que piensen, mi vida es mía, ellos me mienten.


Y en realidad, sé que hieren. Pero yo prefiero no contarte lo que de verdad me duele, voy a guardármelo para asegurarme de que al menos tú, aún duermes. Y tal vez, también me quieres, o quizá me odias porque es lo que se suele, y lo reconozco, eso sí que me duele.
Porque yo creo que todos los extremos son malos pero sé que me encanta reírme a tu lado, que me lo contagies y nos perdamos entre tus lagos…


Y llámame fría porque yo no lloro con la muerte, me duele tanto perderte que sólo de pensarlo la sangre hierve. Y ahora que lo pienso, ya es hora de que tú me cuentes.

Pseudoerotismo

Mis manos en tu espalda,
Las tuyas en mi trasero,
Un fuego que me atrapa,
Y me derrito en un “te quiero”.

Despacio, acaricias mis labios conteniendo las palabras,
Me besas insaciable,
tu cuerpo te delata.
Sutileza destapada, calor que empapa.

Me pierdo entre las sábanas mientras tus manos se adelantan.
Y te fundes en mi ingenio,
Yo me dejo sentirte dentro
Me encanta esa mirada de locura descontrolada.

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Esta entrada fue escrita el 27 de diciembre de 2008

¿Y mañana?

Escapando de mi sombra.
Me acerco a lo profundo y delicado de tus ojos, sin saber dónde preferiré posar los míos.
Sola, en medio de la nada.
Añorando tus caricias, cosquillas y besos, aunque sé que volveré a tenerte...mañana.
Sin saber bien que decir; sin saber qué voy a sentir pero con la certeza de que quiero sentirlo por tí.
Buceando desnuda en tus lagunas.
Sintiéndome tan libre, tan grande y tan pequeñita al mismo tiempo, que me escapo de la corriente y comienzo a pensar por mi misma.
Escribiendo sobre caricias a golpes...de tinta.
Y de pronto, el viento sugiere la llegada del otoño. Me escondo entre los arbustos de mi intimidad y observo; como si yo no formara parte de éste mundo tan fascinante y raro.
Y allí, en silencio, contemplo los rostros de alegría, tristeza, amor, lujuria y agotamiento, de la gran ciudad.
Tengo tanto que decir...que no sé si te pareceré interesante.

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Esta entrada fue escrita el día 27 de julio de 2008

Reflexión de una mañana de verano

Tengo la extraña sensación de estar dejando cosas atrás. Mis sueños se van cumpliendo antes de lo previsto y siento que maduro con cosquilleos en el estómago.


Ni quiero ni voy a olvidar todo lo que ha sido mi vida hasta ahora. Lo recordaré a cada paso, mientras camino hacia un horizonte tal vez incierto pero apasionante.


Y lo mejor es que no lo hago sola. Voy conociendo el mundo que me rodea (que a medida que crezco, va creciendo conmigo); respirando de vuestro aire, bebiendo de vuestro cariño y sonriendo de vuestro ingenio.


Echo de menos tantas cosas y a tantas personas...Pero la vida gira y seguirá girando, y mantengo aquello de que las personas con las que realmente conectas, son aquellas con las que aunque pasen mil años de morriña, el día que coincidís el tiempo parece no haber existido.


Este verano es el más largo de mi vida. Como dije en su momento en tono firme y claro: "el instituto ha quedado atrás", y comienza una nueva etapa, tal vez más nueva que nunca.


El otro día comentaban unos...me tomaré la licencia de llamarles amigos, que en el verano de transición a la universidad no eres realmente consciente de hasta que punto todo va a ser diferente. Disfrutas al máximo de lo aparentemente eterno de unas vacaciones que duran desde mediados de junio hasta octubre. Algunos aprovechan para viajar, otros para salir todas las noches...y otros para ambas cosas. Y de pronto llega octubre, sin previo aviso, arrasando con todos tus esquemas y envolviéndote en nuevos proyectos.


Y yo estoy disfrutando del verano con pura euforia, revolcándome con las "olas" del caliente y suave mediterráneo, comiéndome a besos a mi hermano pequeño, echando de menos a la mayor y deseando ver... verlas a ellas. Haciendo mil nuevos amigos y dejándome sorprender por la magia de cada uno. Redactando mi Curriculum Vitae y pateándome las calles de San Lorenzo de El Escorial en busca de un empleo bien remunerado y breve, que me permita una escapada memorable en septiembre. Todo ello al tiempo que estudio para sacarme lo antes posible el carné de conducir.


Aunque sigo queriendo correr desnuda por la orilla del mar, sobre la noche de alguna playa perdida, en el norte. Sigo queriendo bailar sobre las cuerdas de tu guitarra y cantar tu melodía.


Gritarle al mundo que yo, estoy dispuesta a comérmelo.

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Esta entrada fue escrita el día 9 de julio de 2008