INT. Pasillo Casa de Irene. DÍA
Silencio absoluto. Irene está sentada en el suelo, encogida en una esquina del pasillo. Es joven, atractiva, lleva un camisón blanco y los pies descalzos. Su rostro refleja profundo cansancio al tiempo que enorme satisfacción. Debe llevar toda la noche despierta, pero está muy contenta. Coge el móvil que tiene en el suelo, a su lado, y llama.
IRENE
(incapaz de contener la risa)
Perdona por llamarte tan pronto.
No escuchamos a su interlocutor, pero el silencio y el cambio de expresión de Irene nos indica que la están explicando algo importante.
IRENE
(cortante y risueña)
Que sí, que ya lo sé. Pero...que ya está, ya lo he hecho.
Sí, ya sé que es pronto pero es que me lo ha puesto
en bandeja. Bueno mira, tengo cosas que hacer en
casa. Te llamo luego para comer o algo y te cuento ¿vale?
Un besito. Ciao.
Irene cuelga el teléfono, lo deja de nuevo en el suelo y se incorpora. Mira sonriente hacia el suelo, delante de ella. Al ampliar el plano, encontramos a otra joven. Lleva ropa de haber salido un sábado noche, maquillaje emborronado. Yace en el suelo, rodeada de un charco de su propia sangre. Parece llevar varias horas muerta. Irene pasea a su lado y se detiene. La mira fijamente.
IRENE
¿Ves? Mucho más guapa así.
Avanza por el pasillo hacia la cocina, dejando huellas de sangre y bailando, rozando las paredes, completamente aturdida. Parece euforia a cámara lenta.
Corte a:
INT. Cocina Casa de Irene. DÍA
Irene sigue en camisón y está preparando el desayuno, cantando. Levanta la tapa del café para olerlo, abre la nevera y coge mantequilla y mermelada, coge las tostadas...
IRENE
(cantando)
You are...the sun,
you are the only one.
My heart is blue...
MY HEART IS BLUE FOR YOU!
Be my, be my, be my little Rock N' Roll Queen!
La canción de Irene se ve interrumpida por la radio, que salta en la cocina.
LOCUTOR DE RADIO (EN OFF)
Son las ocho, las siete en Canarias.
¡Buenos días! Parece que por fin la lluvia
nos da una tregua en todo el litoral...
Irene apaga la radio. Silencio absoluto de nuevo. Escuchamos unos pies correr por el pasillo, tratando de ser sigilosos. Irene se queda inmóvil, con la mirada en el infinito. Sonríe y abre un cajón, del que saca un chuchillo. Cierra el cajón. Se queda quieta. Vuelve a abrir el cajón, deja el cuchillo y coge un sacacorchos.
Corte a:
INT. Pasillo Casa de Irene. DÍA
El pasillo se encuentra tal y como lo vimos por última vez: joven desconocida yace muerta en el suelo rodeada de sangre, móvil al fondo y huellas de Irene hacia la cocina. Pero esta vez hay otras huellas, de unos pies descalzos muy pequeños, será un niño de unos cuatro años, en dirección contraria a los de Irene. Ella entra en plano de espaldas. Sólo vemos su pelo y el sacacorchos en su mano derecha.
IRENE
(en tono dulce y maternal)
¿Carlos? ¡Ya está el desayuno!