24.4.10

Demasiado Facebook

Creo que últimamente sólo me reconoces si voy vestida como en mi foto de perfil.
Menos mal que salgo de espaldas.
No me gustan las espaldas,
Ni las puñaladas traperas,
La amistad es algo más que felicitar por cumpleaños.
Y claro que es bonito eso de decir que una caña para cuándo, que hace mil que no nos vemos.
Pero es que sólo te enteras de mis cambios de look
por el Muro.

Vamos a hablar cara a cara, sin teclados de por medio
Sin tiempo a pensar qué palabra sonará mejor que otra,
Pensando lo guapa que soy porque sólo subo una foto de cada cien.
¿Pero sabes? En serio que recuerdo esa sonrisa cada vez que escribes xD

No permitas que se me olvide,
Que quede guardada en mi baúl de los recuerdos.
Permíteme encontrarte, aunque sea por casualidad.
Tienes un nombre tan vulgar que solicitaré un apellido al azar, dejando un mensaje tan sutil como “soy esa chica que dijo “disculpa” al cruzarse contigo en un vagón de tren”.

Discúlpame tú a mí por no haberte conocido antes,
Por no haberte invitado a una copa o un café,
Por no haberte regalado mi poesía.

He decidido no volver a pasearme por tu perfil,
Voy a llamarte ahora mismo para una breve conversación
Acabada en “nos vemos allí”.
Mayte Barrera.
Eva Ferradas.
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La Vida Rima estará hoy a partir de las 19.00h presentando "Demasiado Facebook (una historia sobre alcachofas y relojes)", en la Plaza del Ayuntamiento de Getafe (10 mins. en tren desde Sol), para celebrar el día del libro.
Música, poesía, performance y lo que se nos ocurra entre Daniel Orviz, Carlos Galán, Mayte Barrera, Olaia Pazos, Juan Carlos Pérez Medina, MyMoriarty & the Pretty Band (+ Hache) y Eva Ferradas. ¡No te lo pierdas!
PD.- En el cartel pone que es en el Hospitalillo de San José. Lo era en un principio, pero hemos cambiado de ubicación: estaremos en la Plaza del Ayuntamiento.

14.4.10

Monotonía.

Después de aquello no hubo más libros en la mesa. María seguía llegando tarde, pero él ya no quería sexo de buenas noches. Ella se fumaba el cigarro de después de nada, sola en la cama, mientras le escuchaba teclear al otro lado de la pared.


Por las mañanas, se levantaba y hacía café. Ducha, beso en la frente al aún dormido Ismael, y sal corriendo que no llegas. Se quedaba a comer en la oficina porque no le apetecían más espaguetis con tomate, ni arroz con tomate, ni sándwich de atún con tomate.


Hoy está lloviendo y María ha salido un poco antes. Sonido de la puerta, tacones por el pasillo, ruido de cisterna. Una olla sucia en la pila, restos de tomate.


- ¡Ismaeeel! ¡Ya estoy en casaaa! He salido antes porque me daba pereza volver de noche y con lluvia… ¿vienes y cenamos viendo una peli?


Silencio. Los tacones de María se acercan a la puerta del estudio. Toc, toc y picaporte sin esperar respuesta. La pantalla del ordenador de Ismael muestra la opción de repetición de un vídeo de porno lésbico. Minimizado, minijuegos. Ismael está sentado en su silla de ruedas, tipo oficina, con la cabeza agachada y totalmente ausente. María gira con fuerza de zapato de tacón de aguja la silla y le levanta la cabeza. Leve sonrisa.


- Creo que es la primera vez en el último mes que tu cara apunta hacia mí y no hacia esa cosa. Debí pensarlo antes. Siempre te abdujeron las pantallas. Las de cine, las de los videojuegos, la del móvil, todas. Tanto que no has sido capaz de leer la nota del bote de tomate frito, que vacías incansable sobre cualquier cosa sólida. ¿Sabes? Tenía una nota que decía “si me quieres, no te lo tomes, y llámame”.


María ha salido de la habitación y ha cogido el teléfono. Llanto fingido.


- Ayúdenme, creo que mi marido está muerto.